Técnicamente Skype no es nada del otro mundo y tiene una estabilidad bastante mediocre. Existen otros programas, como Mumble, que realizan mejor la tarea de transmisión de voz y con el añadido de que la comunicación está encriptada de una forma que controla el usuario, no una compañía sujeta a las necesidades de terceros. Guste o no, lo cierto es que todo el mundo tiene el bendito Skype y yo tengo que usarlo.
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