Hace algunos años mi esposo tuvo una negociación, donde la verdad sea dicha, era un acuerdo para nosotros, como familia, bastante importante… o mejor dicho, vital. En pocas palabras, estábamos a punto de entrar en banca rota, y del acuerdo positivo de esa negociación dependía nuestro futuro, no solo en los negocios, sino como familia incluso. Por supuesto, la contraparte lo sabía, y estaban dispuestos a sacar el mayor provecho de eso, o lo que es lo mismo, tenían toda la intención de desplumarnos.
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