Cada vez que sale una noticia más o menos relevante, alguien pregunta: ¿y esto no será un trapo rojo para tapar tal cosa? Y “tal cosa” siempre es un hecho político. Se quemó Amuay…eso es un trapo rojo para tapar que Chávez está perdiendo las elecciones ¿metieron preso a un diputado? Eso es un trapo rojo para tapar que no quieren hacer auditoría y por ahí se va.
Lo cierto es que hay un solo trapo rojo, un inmenso trapo rojo ¡la política! Toda la política es un trapo rojo para distraer a la población de la esperpéntica realidad venezolana.
El día de ayer, durante 24 horas, no hubo electricidad en una céntrica avenida de Caracas, lo que llevó al cierre de muchos negocios, sin electricidad, no hay quien pueda trabajar.
Paralelamente nos fallan multitud de alimentos básicos, a saber: leche, café, pollo, azúcar, aceite, margarina, mantequilla, harina PAN, harina de trigo…
Si hablamos de medicamentos, faltan también un montón de ellos, verbigracia: Glucofage, Cataflam, Lopressor, Concor, Glafornil, Aciclor, Aciclovir, Flegyl, Metronidazol, Atamelco, Ibucoben, Eutirox, Trangorex, Salbutamol, Aeroday, Profenid…
Las fallas eléctricas se multiplican, cada vez son más frecuentes y de mayor duración, como esta que cito que duró nada más y nada menos que 24 horas ¡un día completo! ¿cuanto dinero se perdió? No solo en productos perecederos que se habrán dañado al quedar los refrigeradores sin electricidad, sino en un día entero de trabajo perdido.
El hampa desborda ciudades y campos sin que el estado sea capaz de imponer justicia, que es una de las pocas funciones que realmente le corresponde al estado.
El empleo se ha destruido a mansalva, se cuentan por cientos de miles los padres de familias que han perdido su medio de vida, bien porque la empresa ha quebrado o porque ha sido expropiada, lo que en la práctica se reduce a los mismo.
Los precios están en una espiral alcista de gran velocidad, un cartón de huevos pasó los Bs. 80, un kilo de azúcar llegó a 15. Aquí tengo que hacer una pausa, muchos me dirán que el azúcar está a poco más de 6 porque es precio regulado. Sí, es cierto, y el dólar está a 6,30 ¡consígalo a ese precio!
El kilo de carne ya pasó los 100, el chorizo para los granos, está a la bicoca de 380 bolívares, una botella de litro de aceite de oliva, no el mejor, también pasó los 100, el kilo de perrarina, por si hay algún chavista nostálgico, está entre 30 y 60 bolívares…
En lo que va de año el gobierno nacional ha sido incapaz de cumplir las deudas con la empresa privada, especialmente para honrar los compromisos de las importaciones, cosa que en un país donde nada se produce es bien grave, porque si no producimos alimentos y tampoco los podemos comprar ¿que vamos a comer?
Lo cierto es que a estas alturas parece evidente que el estado no tiene dinero, que está quebrado, y no debería pasar mucho tiempo antes de que pase lo previsible, que el estado se declare insolvente y diga que no tiene dinero ni para pagar los sueldos de una nómina gubernamental exorbitante.
¿Que va a pasar cuando el estado no pueda pagar los sueldos de médicos, enfermeras, maestros, jueces, escribientes, bomberos…?
El estado puede solventar esta situación de dos formas, una es pidiendo prestado, pero eso ya no lo puede hacer, porque lo cierto es que desde el agravamiento de la enfermedad de Hugo, a hoy, incluso con elecciones de por medio, a la comunidad internacional no le resulta creíble la presidencia de Maduro.
Yo sé que mucho se habla de “reconocimiento” y les voy a decir algo, se sabe cuando un país reconoce el gobierno de otro, no en delegaciones diplomáticas ni en carticas sentidas y educadas, el reconocimiento se hace en metálico, billete sobre billete.
Una cosa es que a usted llegue un vecino y le pida una carta de recomendación para pedir un crédito, la cual sin duda usted dará con el consabido “que conozco de vista y trato a Fulano y que es una persona solvente y cumplidora de sus responsabilidades”, pero otra cosa muy distinta es que USTED sea el que afloje los centavos para prestárselos, y si se los presta, ahí si le creo que tiene al vecino por " persona solvente y cumplidora de sus responsabilidades".
Con los países es igual, una cosa es mandar delegaciones o cartas de reconocimiento, otra es mandar los centavos.
Maduro puede tener todos los reconocimientos del mundo, pero lo cierto es que NADIE quiere hacer negocios con Venezuela, ergo, ya no se puede pedir prestado, no hay de donde.
Nos podría sacar las patas del barro PDVSA, pero aunado a la baja en la producción, por falta de inversión (y de cabeza), tenemos que casi el 80% de todo cuanto producimos ya está vendido, cobrado y gastado, y a esos hay que sumarle una posible baja en los precios petroleros.
Podría también el estado recurrir a un clásico: prender la maquinita de hacer dinero. Lo que nos sumiría en una inflación muchísimo peor que la que ya tenemos.
Y esa es la situación.
Mientras eso sucede, mientras el país se sumerge en un crisis como jamás hemos visto en toda la historia republicana, la población no se despega del TV, está pedientísima de las declaraciones políticas, de los votos, que si contamos, que si no contamos.
Si Maduro se encadena, caceroleamos, gritamos, protestamos, nos alzamos… solo si nos convoca Capriles, claro, si no, pues no.
No se le ocurra cacerolear por algo tan intrascendente como quedarse sin electricidad, ni mucho menos proteste por no conseguir alimentos, ni de vaina arme un peo porque no consigue sus medicinas, y si le matan a un amigo o pariente… ¡shhhhh! No pierda de vista que esos son trapos rojos que solo buscan distraerle de lo realmente importante, que es la política.
Así pues, mi querido amigo, lamento haberlo interrumpido con este trapo rojo que pretende desviarlo de lo que es realmente importante, que no es, por supuesto, si usted come o no come, ni si a sus hijos los matan o los dejan vivos, ni si se encuentra refrigerando alimentos con hielo en una cavita, como en los tiempos de antaño, no, no, no, esos son distracciones, lo realmente importante, es la política, no pierda eso de vista.
Además, seamos sinceros, esa vaina de comer, tomar medicinas, bañarse con agua caliente, tener agua potable y electricidad… ¡son vicios burgueses!