Opinión

Roma tuvo a César Augusto y Venezuela a Augusto

Hoy me levanto y abro mi Twitter, me encuentro Trending Topic en primer lugar, esto es decir el tema que mas ocupa a los venezolanos en ese momento, el TT es “Augusto”.

Me hago la pregunta lógica ¿quién carajos es Augusto? ¿un diputado? ¿un científico? ¿un deportista? ¿un escritor? ¿quién? ¿quién es Augusto? y lo más importante ¿que hizo Augusto para conmocionar a todo un país?

Bien, hago una búsqueda y me entero que Augusto se acostó con dos mujeres. Al menos ya sé algo, me medio oriento, pero ¿por qué conmociona a un país que un hombre se acueste con dos mujeres? Me digo que debe ser una novela que por alguna razón ha captado la atención nacional, una novela de “rating”. Pero no, no encuentro ninguna novela, ni libro, ni nada que haya referencia a Augusto y las dos mujeres mencionadas (hay una tercera, pero no sé que pito toca en el cuento).

Luego de unos 20 minutos abriendo páginas me encuentro los protagonistas, las mujeres tienen cuenta en Twitter, aunque Augusto no y leyendo leyendo me entero del cuento.

Parece ser un grupo de adolescentes, o en todo caso, adultos (cronológicos que no mentales) muy jóvenes. Augusto se ha acostado con su ex y también con su novia actual, obvio, la actual se molesta, llama puta a la ex, y la tercera no sé si es o fue novia, pero se encarga de llamar puta a las otras dos, siendo correspondida, claro está, con la misma cortesía. Y claro, todo esto ventilado por Twitter.

¡Cuernos entre adolescentes! Eso es todo, un muchacho promiscuo y tres mujeres con muy poco pudor, no por acostarse con el fulano, sino por ventilarlo públicamente haciendo de Twitter una suerte de pensión de mala muerte, pero virtual.

Eso ha acaparado la atención de los venezolanos durante más de 12 horas.

Justo en momentos como este la pregunta que tanto hacen en el extranjero (¿Como es que Venezuela, con tantas riquezas, está tan mal?) se me responde con claridad meridiana.

Estos niños son… ¡el futuro del país! Los mismos que al ver un país destrozado dicen moviendo la mandíbula como un chivo: “Samoooo ¡me iría demasiao”.

Pues sí, yo también me iría demasiado, pero si ellos se van, entonces me quedo, porque definitivamente, se puede sacar al marginal del cerro, pero no se puede sacar el cerro del marginal.