Opinión

Venezuela bicolor

Hace algo más de un año, en un escrito anterior, coloqué ésta imagen.

Hoy, estamos al inicio de lo que será un año electoral.  Y me pregunto solo una cosa, ¿Estámos ante un nuevo año electoral o solo otro año electoral más?

Les echo una pequeña historia de lo que ocurrió con el escrito que acompaña a ésa imagen y con el que inició ésa idea.  En el primero, determiné al ganador de las elecciones parlamentarias.  Luego lo convertí, como ejercicio mental nada más, en una elección para presidente.  El resultado fue que las elecciones las habría ganado Hugo Chávez, por un margen demasiado ajustado, pero las habría ganado.

Dado que sé la tendencia que tiene la gente a olvidarse de que los abstencionístas existen, en la segunda parte los tomé en cuenta.  La conclusión fue bastante obvia para mí.  Venezuela era mayoritariamente amarilla, o en su defecto azul, pero definitivamente no era roja.  Ya era hora de que hubiera alguna buena noticia.

Estuve viendo más o menos atentamente, las visitas a las dos páginas, para ver que le llamaba más la atención a la gente.  La conclusión fue lo que me llevó a escribir éstas líneas.  La mayoría miraron los gráficos que medían la relación de fuerzas de los rojos y los azules, pero a muy pocos les interesó que la suma de los rojos y los azules no era, ni siquiera, la mitad de la población de Venezuela.

Hoy, a principios de un nuevo año electoral, veo como algunos precandidatos azules se matan por enamorar a los electores rojos, olvidándose de sus propios electores azules.  Veo como otros precandidatos azules hacen tímidos esfuerzos por enamorar electores amarillos, pero lucen poco convencidos de querer hacerlo.

Nada nuevo, más o menos lo que ya se ha visto miles de veces.

Faltan poco más de diez días para las elecciones de los azules.  Faltan unos meses para la elección del próximo presidente de la república.  Aquí les dejo los enlaces al primer y segundo escritos, puede que alguien vea algo que no había visto antes, puede que no lo vea.

¿Entonces? ¿Estámos ante un nuevo año electoral o solo otro año electoral más?