Opinión

¡Otra vez Barráez!

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Que vaina con la periodista Barráez y su compulsión de defender delincuentes, entiendo que puede ser porque le unen lazos de amistad, pero ¡carajo! Si es así la verdad es que esa señorita se junta pero con lo mejorcito de cada casa.

Ahora nos viene con que la Guarida Nazional, perdón, la Guardia Nacional, es más buena que el pan de piquito, parece querer hacernos creer que su bondad es solo superable a la de un coro de ángeles celestiales, y hasta nos pregunta: “¿Usted cree que el culpable de que una ametralladora o una granada entre a un penal es del guardia que está en la puerta y se encarga de la requisa?”…. ¡nooooooo! Pero… pero… pero… ¡nooooo! ¿como vamos a creer eso? ¿como podríamos creer que el responsable de no permitir el paso armas a la cárcel puede ser de alguna manera del responsable de  permitir que pasen armas a la cárcel?

Vamos a ver, ya que Sebastiana lo pregunta, le respondo: ¡de bolas que es el primer responsable! ¿quien carajos sino?

Pero conozco el argumento de la señorita Barráez, porque justamente por un similar tuve un intercambio de palabras con ella, cuando manifestó que “no todos los militares están de acuerdo con el régimen”, y yo le dije que no estarían, pero que se comportan como si lo estuvieran, y ella me contestó que “solo cumplen órdenes”.

Mi argumento entonces es el mismo de hoy, la excusa de “yo solo soy un manda’o”, no sirve desde el juicio de Nüremberg, que en aquella fue mucho el listo que gozó una bola convirtiendo gente en chicharrón, y pretendía irse de rositas diciendo “es que a mí me mandaron” ¿Y que pretende la señorita Barráez? ¿que le demos un premio a la obediencia? ¡ah! pues si fue que lo mandaron, no pasa na’ tome dos fuertes pa’ caramelos y váyase pa’ su casa.

No me pregunto ya que clase de periodista es la señorita Barráez, sino que clase de persona es, cuando es capaz de disculpar, por lo visto, cualquier delito, con las excusas más estúpidas e inmorales.  La amiga (de ella, no mía) Lina Ron, ejercía el terrorismo con todas las de la ley, pero hay que disculparla, porque aparte de ser muy amiga suya, lo hacía porque “estaba enamorada”, y a los GN hay que perdonarles que ataquen a la población civil, que pongan en riesgo la vida de seres humanos que están bajo su custodia,  que matraqueen y cuanto delito más se nos pueda ocurrir, porque después de todo, ellos “solo cumplen órdenes”.

Y si les ordenan construir hornos crematorios con el fin de hacernos chicharrón, pues lo mismo, habrá que disculpar a los ángelitos, o si nos meten en el Nuevo Circo y nos fusilan en masa, o si empiezan a construir campos de concentración, habrá también que disculparlos, porque ¡pobrecitos! ¡solo cumplen órdenes! Es que hasta deberíamos, antes de dejarnos matar, donar algún dinerillo, digo, para pagarles la psicoterapia que les arregle el trauma que les podemos causar.

Bajo en debido respeto que NO me merece la señora Barráez… ¡hay que ser bien mierda para decir una vaina así! Porque no solo los disculpa, sino que les deja clarísimo que pueden hacer lo que gusten, robar, extorsionar y hasta matar, siempre que lo hagan porque los mandan.

Le repito a la señora Barráez lo que dije aquella vez, no sirvió de excusa en el Nüremberg de 1946 ¡no sirve en la Venezuela de 2011! existe algo que se llama objeción de conciencia, consagrado en casi todas las constituciones del mundo, en su defecto, está como en la nuestra, el derecho a la rebelión.

Vamos a las “órdenes”, a ver si la señorita Barráez se entera de la bajeza en la que está incurriendo.  Nuestra Fuerza Armada, de la cual la Guarida Nazional, perdón, es que se me va la pinza, quise decir Guardia Nacional, sí tiene en efecto una orden a ser seguida:

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela

Artículo 328. La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar, la cooperación en el mantenimiento del orden interno y la participación activa en el desarrollo nacional, de acuerdo con esta Constitución y con la ley. En el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna. Sus pilares fundamentales son la disciplina, la obediencia y la subordinación. La Fuerza Armada Nacional está integrada por el Ejército, la Armada, la Aviación y la Guardia Nacional, que funcionan de manera integral dentro del marco de su competencia para el cumplimiento de su misión, con un régimen de seguridad social integral propio, según lo establezca su respectiva ley orgánica.

Artículo 329. El Ejército, la Armada y la Aviación tienen como responsabilidad esencial la planificación, ejecución y control de las operaciones militares requeridas para asegurar la defensa de la Nación. La Guardia Nacional cooperará en el desarrollo de dichas operaciones y tendrá como responsabilidad básica la conducción de las operaciones exigidas para el mantenimiento del orden interno del país. La Fuerza Armada Nacional podrá ejercer las actividades de policía administrativa y de investigación penal que le atribuya la ley.

Artículo 333. Esta Constitución no perderá su vigencia si dejare de observarse por acto de fuerza o porque fuere derogada por cualquier otro medio distinto al previsto en ella.
En tal eventualidad, todo ciudadano investido o ciudadana investida o no de autoridad, tendrá el deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia.

Artículo 350. El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos.

Me gustaría creer que la señorita Barráez peca de inocente, que es que no sabe, pero recuerdo que aquella vez me dijo: “tiene razón”, y la sigo teniendo.  No solo la tengo yo, sino que la tendrán los jueces que en su día habrán de juzgar las causas de estos delincuentes.  No sé si es que la señorita Barráez pretende hacer creer a los militares de que pueden seguir delinquiendo con tranquilidad y que no les va a pasar nada, porque sí que les va a pasar, no solo al general, ni al presidente, sino también al “inocente” guardia que está en la puerta de un penal.

¿Siguen órdenes? ¡no señora! De ninguna manera, no solo no las siguen, sino que se las pasan por el fino forro de los cojones, y no bastándoles pasarse la Constitución Nacional, se pasan cualquier cantidad de leyes internacionales, verbigracia:

Declaración sobre la Protección de Todas las Personas contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes de la ONU
Artículo 2, parágrafo 3: “No podrá invocarse una orden de un funcionario superior o de una autoridad pública como justificación de la tortura.”

Código de conducta de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley de la ONU
Artículo 5: “Ningún funcionario encargado de hacer cumplir la ley podrá infligir, instigar o tolerar ningún acto de tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, ni invocar la orden de un superior o circunstancias especiales, como estado de guerra o amenaza de guerra, amenaza a la seguridad nacional, inestabilidad política interna, o cualquier otra emergencia pública, como justificación de la tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.”

Convención Interamericana para prevenir y sancionar la tortura
Artículo 4: “El hecho de haber actuado bajo órdenes superiores no eximirá de la responsabilidad penal correspondiente.”

Así que la señorita Barráez puede decir lo que quiera, el argumento de “soy un manda’o” no sirve, ni legal, ni moralmente, son delincuentes, de los peores que puedan existir, de los que cometen delitos de sangre.  Y ella está apoyando, disculpando y justificando a unos delincuentes.  Ya que ella hizo una pregunta y yo le he respondido, ahora le hago una a ella ¿Vd. que cree que es una persona que apoya a un delincuente?

A riesgo de hacer esto demasiado largo, me atrevo a pedirle a la señora Barráez una explicación, para mí como ciudadana.  Dígame, señora Barráez, ¿cual es su justificación para defender ante el país a unos criminales? Ignorancia ya sabemos que no es, porque tengo claro, y usted misma me lo manifestó, que todo cuanto aquí digo, lo sabe, entonces ¿por qué insiste en hacerle creer a los delincuentes que no hacen nada malo? Ahora que lo pienso… ¿será que usted también “sigue órdenes”?