Esta vez voy a tratar de analizar las tres fuerzas motrices del sistema electoral venezolano. Para esto voy a denominar a los tres grandes bloques electorales como A, B y C. Muy creativo. ¿Verdad? Existe un cuarto bloque, pero siendo que es muy pequeño, no lo voy a tomar en cuenta. Los dos primeros bloques, van a ser obvios. Pero con el tercer bloque, les pido un poco de paciencia.
Así pues paso a los mapitas de rigor.
El bloque A, está representado con el color rojo. El bloque B, está representado con el color azul. Y por último, el bloque C, está representado por el color amarillo.
En éste mapa muestro la fortaleza del bloque A con respecto al bloque B. Por ejemplo, en el Zulia el bloque A tiene una fortaleza del 44.8% con respecto al bloque B, que tendría una fortaleza de 55.2%. En Delta Amacuro, el bloque A tiene una fortaleza de 73.2%, con lo cual el bloque B tiene sólo 26.8%. Así queda representado el estado con color rojo.
En éste mapa muestro la fortaleza del bloque A con respecto al bloque C. Aprovecho éste mapa para explicar el sistema de colores empleado, esto les va servir para entender mejor todos los mapas.
Si se fijan en Cojedes y Portuguesa , el bloque A ha sacado 49.9%, por lo tanto el bloque C sacó 50.1%. Y lógicamente ustedes pensarán que el mapa está equivocado, que el color debería ser en todo caso un naranja, pero no es así. En estos estados, el bloque A quedó con el mejor valor de todo el país con respecto al bloque C. Por eso, esos estados son rojos. En el caso del bloque C, el estado más amarillo es Sucre, donde quedó con un 60.9% de votos contra 39.1% del bloque A. El peor resultado para el bloque A, pero el mejor para el bloque C con respecto a todo el país.
En el mapa mostrado a continuación, representé la fortaleza del bloque B con respecto al bloque C. Sí, lo sé, los colores son raros. Aunque son representaciones matemáticamente correctas, lo cierto es que el cerebro humano percibe éstas combinaciones de una forma distinta. Guíense, en éste caso, por los valores más que por los colores. Así tenemos que en Táchira, el bloque B sacó 54.8% de votos, contra el 45.2% del bloque C y en Amazonas el bloque B sacó 20% contra 80% del bloque C.
Por último les muestro que bloque ganó en cada uno de los estados de Venezuela, en éste caso el color sólo indica el bloque ganador, no su fuerza relativa.
Y a continuación les muestro los cartogramas. Recuerden que los cartogramas muestran información adicional, en éste caso muestran la cantidad de electores de cada estado. Ya lo había dicho en la entrada anterior, pero lo repito. El estado Amazonas, es muy grande en área pero su población de votantes es muy pequeña, de hecho, es la más pequeña de todo el país, por eso el área del estado se reduce considerablemente. Como otro ejemplo, coloco al Distrito Capital, el cual tiene un área muy pequeña, pero una población votante muy grande, por lo tanto su tamaño aumenta para mostrar su verdadera imagen en el conjunto del mapa.
Los cartogramas van en el mismo orden que los mapas anteriores.
Para los que hayan llegado hasta aquí, pues si, el bloque A, es el PSUV y el bloque B es la MUD. El bloque C es el realmente importante de ésta parte del estudio. El bloque C, es un grupo de votantes del que nadie se acuerda nunca, yo los llamo “los que nunca dicen nada”, otros lo conocen como la abstención. Todos tratan siempre de sumar los datos de la abstención en su propio interés. Yo, trataré de no hacerlo. Los resultados de las elecciones parlamentarias dieron los siguientes resultados:
PSUV
5.423.324
MUD
5.320.364
ABSTENCION
6.421.298
En otras palabras, el 31,6% votó por el PSUV, el 31% votó por la MUD y el 37,41% se abstuvo. El ganador indiscutible fué la abstención. Los que nunca dicen nada, dijeron que no se decantaban por ir a votar por el PSUV ni por la MUD.
Otra cosa curiosa que se destila del último cartograma, es el hecho de que en los estados donde no ganó la abstención, ganó siempre la MUD. El mapa de las tres fuerzas no es tricolor.
Si aparece una tercera opción, lo cierto es que tanto el PSUV, como la MUD, tendrían muy serios problemas para lidiar con esa cantidad de gente. Como dice “El Ciudadano”, ¡recojan los vidrios!