Yo conocí a una mujer que pasó varios años casada con un hombre maltratador. El tipo le pegaba, así de simple, la razón era cualquiera, porque no le gustaba la comida, la ropa no quedó bien planchada, o simplemente porque le había mirado “feo”.
Con los años ella las palizas y el tiempo le fue perdiendo el amor, sin embargo tardó muchos años en divorciarse. Cuando me contó su historia me dio una razón muy poco común del porque no se divorciaba, ella pensaba que eso era lo normal.
Siendo que se casó muy joven y sin mucha experiencia en el tema de los hombres, pensaba que el matrimonio era eso, que las palizas eran esas cosas que pasaban entre todas las parejas y que se ocultaban como algo íntimo de la relación y que bueno, era normal que perdieras el amor con el tiempo.
Así perdió buena parte de su vida, de la más bonita, la juventud, junto a un hombre que no la quería ni la merecía. Afortunadamente con el correr del tiempo rehizo su vida, no con otra pareja, porque creo que su vivencia la dejó algo traumatizada, pero adoptó a un niño, se fue a vivir a otro país, y me parece que hoy es aceptablemente feliz.
Tenía años que no pensaba en esta historia, hasta ayer.
Ayer, cuando salieron a la luz las fotos de los líderes de oposición y ver a la gente defendiéndolos con furor bajo el argumento de “eso es la política”, me acordé de esta muchacha, de quien omito el nombre por razones obvias.
No señores, no, eso no es la política, eso que vimos ayer no es lo normal.
Hay frases que de tan manidas parecen clichés y pierden el sentido, como en el juego aquel que hacíamos de niños, de repetir una palabra hasta que pareciera un graznido sin sentido alguno, una de esas frases es: “a la política se va a servir, no a ser servido”.
Un político ha de ser un profesional ante todo, un profesional de la política, y tiene que tener una vocación, una vocación política, claro está. Es igual que un médico, un maestro, un abogado, o cualquier profesión. Si un médico se hace médico pensando en el dinero que se va a meter en el bolsillo, o en la gloria que lo va a cubrir, jamás será un buen médico y definitivamente, ni se va a meter un billete ni se cubrirá de gloria.
Lo cierto es que la política es un apostolado, un apostolado de fe, como una religión, si estás allí tiene que ser porque crees en lo que haces y por sobre todas las cosas, amas lo que haces.
Mi padre, bendito sea, siempre me ha dicho que no importa lo que eliges ser, ni siquiera si tienes o no un título, porque lo importante es que lo que hagas, sea lo que sea, lo hagas porque te gusta, sino lo harás por obligación y no te quedará bien. Tiene razón mi padre es eso.
Ayer yo vi a unos hombres de negocios reunidos en una convención, felices de pensar como se iban a repartir las utilidades de su negocio, que en realidad es una estafa, y viéndolos pensé: “estos tercios no es que creen que el pueblo es tonto ¡ES QUE LO SABEN!”
¿Con que cara me puede venir a mi un Capriles Radonsky a hablar de que Hugo es un dictador? ¿como me puede convencer de que realmente Hugo es un peligro, una amenaza real? Creo que las personas decentes no se reúnen y le sonríen a los asesinos, que para más dolor, son los asesinos de su propio pueblo. Lo siento, pero eso no es normal, eso no es política, eso es connivencia, eso es inmoral.
A mi no me pueden decir que Zapatero sale un día con un chivo de ETA, en un foto pelando el diente y “eso es normal”, eso no es normal.
Así estamos en este país, donde resulta que uno, ciudadano, tiene que entender como “normal”, cosas que no lo son, y si no lo entiendes es porque eres un subnormal.
Y esto va de lado y lado, que no es solo con los “azules”, es con los “rojos también”, eso NO ES NORMAL, en ninguna parte del mundo entre gente honesta y con moral.
A ver si entiendo, Hugo, Huguito, el defensor de los pobres, el sufrido, no solo se da de mano, si no que pela el diente muy feliz y cómodo con esos mismos que él dice que lo quieren matar, y lo que es peor, que quieren aniquilar a ese pueblo por él que daría la vida.
Por otro lado, los líderes de la oposición, los mismos que nos alertan sobre los peligros de un loco tirano que se ha pasado la constitución cuantas veces le da la gana por el rabo, el mismo que encadenó a las televisoras mientras el ejército masacraba civiles en las calles, le toman la mano y muestran las muelas en una muy amplia sonrisa.
¡Por favor! Es más que evidente, los líderes de la oposición se burlan tanto de su pueblo como lo hace Hugo con los suyos, y aún peor, porque la verdad es que lo líderes de oposición al menos no han privado de libertad ni matado a nadie.
No acepto que eso es política, no hablamos de cualquier cosa, hablamos de vidas, de las vidas de las personas, las personas que a diario mueren en Venezuela, unos por la delincuencia y otros por hambre.
Pero vamos a ver, ¿no que Hugo es tan malo como para ser juzgado en La Haya? ¡ah! Es que es malo, pero no lo suficiente como para que no nos podamos agarrar de las manos y dedicarnos sonrisas.
¡No me jodan!
Eso es lo que vimos, falta lo que no vimos, hoy me creo perfectamente aquel rumor de Liliana Hernández almorzando muy deleitada con Lina Ron en Miami, y ni me extrañaría que Cilia Flores se caiga a latazos con Pablo Pérez, de verdad que no me extrañaría nada.
Esto es un circo, un circo injustificable, todo es mentira, no sirven para un coño, son compadres, así de simple.
Detrás de cada discurso “arrecho”, de cada insulto que uno de esos malnacidos le da a Hugo, y salen los pendejos de rigor a decir “bien bueno que se lo dijo, así es que se habla, eso es un macho”, está la llamada que no vemos, es que como si lo viera:
-¡Coño, loco! ¡te pasaste!
-Pero bueno hermanazo, tú sabes como es, así es el negocio, perdóname esa.
-Tranquilo vale, no hay güiro, ¿me conseguiste el quesito que te pedí de Miami?
-¡Claro, bro! Te lo mande con el General Tripa Templá en la última reunión que tuvimos.
-¡Viste! Ese ño e madre no me dio nada, lo voy a joder.
-Dale pues, me saludas al culo y tranquilo con la vaina que tú sabes que no es personal, son las vainas del negocio.
¡No me jodan! ¡no me justifiquen eso! Porque es que los veo y me recuerdan a los chavistas justificando las vainas mas insólitas, que Hugo usa relojes de lujo porque “es que él tiene que aparentar, esa es la política”.
¡NO ME JODAN! ¡ESO NO ES NORMAL!