Opinión

Deberían prohibir los cuentos infantiles

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Es muy sabido que cuando se forja el esquema de pensamiento e incluso la moral de las personas es en la niñez, es ahí cuando aprendemos lo que es bueno, lo que es malo, cuales son las virtudes y cuales los valores a ser seguidos.

Cuando nosotros éramos niños nuestros padres, abuelos o maestros nos contaban cuentos, casi siempre “clásicos”.  Un “clásico” es Blancanieves y los 7 enanitos, que me viene muy bien para lo que quiero demostrar.

Vamos al cuento, a los efectos usaré la versión “wikipédica” y extraeré los trozos que son interesantes.

Erase una vez, una reina se encontraba cosiendo junto a su ventana, ella se pincha el dedo con la aguja y la sangre cae a la nieve junto a la ventana con marco de ébano. Cuando ve la sangre en la nieva ella se dice a si misma: “¡Oh, cómo me gustaría que tuviera una hija que tenga la piel blanca como la nieve, labios rojos como la sangre y el pelo negro como el ébano!”

Bueno, aquí tenemos a una reina, que llegó a reina a punta de cochambrosa, porque por inteligente no fue ¿A quien carajos se le ocurre ponerse a coser, con la ventana abierta en pleno invierno?.

Así que como primera conclusión tenemos que la mamá de Blancanieves era tonta del cvlo.

Poco después, la reina da a luz a una niña que tiene la piel blanca como la nieve, labios rojos como la sangre y el pelo negro como el ébano. La reina decide ponerle a su hija Blancanieves, y apenas nace la niña la reina muere.

Y a nadie le extraña, porque como ya se vió que se cuidaba la salud la señora, que pele el patín se hace de los más natural.  Capaz que después de parir se levantó a bailar el ukelele.

Poco después, el rey tiene una nueva esposa, que es hermosa pero también muy vanidosa. La reina, que es una hechicera poderosa, posee un espejo mágico que responde a cualquier pregunta, a lo que a menudo se pregunta: “¿Espejito, espejito en la pared, quien en la tierra es más bella de todas?” a la que el espejo siempre responde: “Tú, mi reina, eres la más bella de todas.”

Y el padre, ya viudo de la tonta, se casa de nuevo, esta vez con una loca de atar, una caraja que habla con un espejo, que es lo de menos, que lo grave es que el espejo le contesta y le dice que es la más bella.  Así, a pepa de ojo y sin tener estudio profundos, esquizofrénica y narcisista (y estamos empezando).

Pero cuando Blancanieves llega a la edad de siete años, se convierte en tan hermosa como el día, y cuando la reina le pregunta a su espejo, este responde: “Reina, usted está llena de belleza, es cierto, pero Blancanieves es más bella que tú. Aunque en otra versión, el espejo, simplemente responde: “Blancanieves es la más hermosa de todas.”

La reina se pone celosa, y da órdenes a un cazador de llevar a Blancanieves en el bosque para ser asesinada.

Suma y sigue, celos paranoides y aparte de todo, asesina.  Que nos resulta que la señora muy linda, pero es todo un tratado psiquiátrico.

El cazador lleva a Blancanieves al bosque, pero después de levantar el cuchillo para apuñalarla, se encuentra incapaz de matarla. Por el contrario, la deja ir, diciéndole que debe huir y esconderse, y le trae a la reina el corazón de un ciervo joven, que luego es preparado por el cocinero real y comido por la reina.

Seguimos, canibalismo, que no lo hace, pero el intento lo hace.

En el bosque, Blancanieves descubre una pequeña casa que pertenece a siete enanos, donde esta decide descansar. Allí, los enanos se apiadan de ella, diciendo: “Si mantienes la casa para nosotros, cocinas, haces las camas, lavas, coses, tejes y mantienes todo limpio y ordenado, entonces usted puede quedarse con nosotros, y tendrá todo lo que quieras”

La muchacha, que hasta hora tiene por suerte nacer de una tarada a todo tren a la que le ponen de madrastra a una psicópata de esas de amarrar, se escapa y va a dar a la casa de unos esclavistas, que a cambio de cocinar, limpiar, coser, tejer, planchar (y supongo que la parte de dar culo la quitaron por la LOPNA) la “premian” dándole casa y comida.  Lo que se dice todo un negocio, pues.

Advierten a Blancanieves no deja a entrar a nadie mientras ellos están en las montañas.

Añadan secuestro e incomunicación de la víctima.

La reina usa tres disfraces para tratar de matar a Blancanieves mientras los enanos están en las montañas. En primer lugar, disfrazada de vendedora ambulante, la Reina ofrece a Blancanieves coloridas cintas para el cuello, Blancanieves se prueba una pero la reina la aprieta tan fuertemente que Blancanieves cae desmayada, haciendole pensar a la reina que está muerta. Blancanieves es revivida cuando los enanos le retiran la cinta de su cuello.

Blancanieves se ve que heredó la inteligencia de la madre, porque resulta que la madrastra se pone un disfraz de buhonera y ya la muchacha no la conoce, encima, sabiendo que ya se la habían mandado cepillar, se deja poner una cuerda en el cogote por parte de una desconocida.

A continuación, la reina se disfraza de persona mayor que vende peines y le ofrece un peine envenenado a Blancanives. Aunque Blancanieves se resiste a que la mujer le ponga el peine, ésta logra ponérselo a la fuerza y Blancanieves cae desmayada.

La muchacha, inteligentísima, le vuelve a abrir la puerta a una desconocida, que es la misma madrastra pero que no la reconoce, aunque esta vez, al menos se resiste un poco, va mejorando.

Por último, la reina prepara una manzana envenenada, se disfraza como la esposa de un granjero y le ofrece la manzana a Blancanieves. Cuando ella se resiste a aceptar, la reina corta la manzana por la mitad, y se come la parte blanca y da a la parte roja y envenenada a Blancanieves. Ella come la manzana con entusiasmo e inmediatamente cae en un profundo sopor. Cuando los enanos la encuentran, no la pueden revivir. Aun manteniendo su belleza los enanos crean un ataúd de cristal para poder verla toda el tiempo.

Ooootra vez, ¿es tonta o no es tonta? Pero en fin, esta vez, aparentemente, pela gajo la muchacha…. bueno, al menos le deja de latir el corazón, que el cerebro ya sabemos que había cesado funciones hacía tiempo.

Los enanos explotadores, en el colmo del morbo no la entierran, sino que la dejan en una caja de cristal, pa’ poder ver a la muertita cada tanto, a saber con que intención.

El tiempo pasa, y un príncipe que viaja a través de la tierra ve a Blancanieves en el ataúd. El príncipe está encantado por su belleza y de inmediato se enamora de ella. Este le ruega a los enanos que le den el cuerpo de Blancanieves y pide a sus sirvientes que trasladen el ataúd a su castillo. Al hacerlo, se tropiezan en algunos arbustos y el movimiento hace que el trozo de manzana envenenada atorada en la garganta de Blancanieves se caiga, haciéndola despertar. El príncipe luego le declara su amor y pronto se planea una boda.

Sin olvidar que Blancanieves tiene 7 años, que eso hay que tenerlo presente, el príncipe la ve muerta y se enamora de la muerta, y se la quiere llevar a su casa, y los enanos, tan tranquilos, le dan el cadáver.  Previo pago, supongo, que los enanitos ya demostraron que son de los que no dan puntada sin dedal.

Y aquí tenemos un cuento infantil con el que crecimos, un tierno cuento de una reina imbécil que tiene una hija y pela bola, el rey se casa con una psicópata paranoica, asesina, caníbal, esquizofrénica y narcisista, que tras algún trabajo logra deshacerse de la protagonista.

Protagonista que va a dar a la casa de unos enanos esclavistas, lo que nos deja a una niña viviendo en la casa de 7 machos de no muy correcto proceder, hasta que pela el patín, pero que se salva cuando un príncipe pedófilo (recuerden lo de los 7 años) y necrófilo se enamora de ella y la salva porque después de todo no estaba muerta sino atragantada.

¡Be-llí-si-mo! Así crecimos, con estos cuentos, y nos parecía lindos, y pedíamos que los contaran una y otra vez.

Y como así crecimos, hoy vemos la foto de un tipo que mató a su esposa y luego se suicidó, pero como la foto que nos presentan no es la del tipo, sacamos la conclusión LÓGICA, el tipo está vivo.

Porque es mucho más normal que agarremos a un muerto, le pintemos unos tatuajes en el pecho, a que agarremos al que queremos hacer pasar por difunto y le tomemos una foto con un morado pintado en el cogote, mucho, pero que mucho más lógico.

Eso sin contar con que es absolutamente improbable y loco que un periodista amarillista haya retocado la foto para darle más tirada a su artículo, que eso no pasa nunca porque los periodistas son gente incapaz de esas cosas.  Eso nunca ha pasado.

Así que el lema de nuestra generación es: “Creer siempre, pensar ¡jamás!”

Y todo es culpa de los cuentos infantiles, sin duda alguna.  Los debería prohibir antes de que proliferen los “Elvis-vive”.