Siempre he pensado que un condominio es reflejo de un país, un foro también. Como es en pequeño es en grande. Hoy veo Noticiero Digital y se nota más que nunca. Y se entiende plenamente que pasa en el país. Unas personas, muy pocas personas, logran relevancia, por lo que sea, porque hacen una denuncia fuerte, como los foristas del caso del Venesat o del CAEZ, o bien porque escriben bien y pueden reflejar el sentir de mucha gente, o por lo que sea, y eso es la campana de partida para que sean atacados con furia. Los que atacan son pocos, realmente no hacen más que repetirse continuamente a sí mismos, y eso da la impresión de que realmente son muchísimos, pero son siempre los mismos bolsas, ante eso una mayoría está en desacuerdo, de esa mayoría salen dos o tres, pero la mayoría de esa mayoría, se limita a a callar. Estos que atacan actúan como hienas, en manada. Pero se da entones un hecho muy curioso, enemigos irreconciliables se convierten en amigos inseparables, así vemos personas que parecen detestarse lanzándose guiños y felicitándose unos a otros, en una repentina en incomprensible amistad, antivotos furibundos que se hermanan con votantes penitentes, pasan con pasmosa tranquilidad del “tú eres un maldito colaboracionista vendepatria” al “has hablado con mucha propiedad, realmente me gusta lo que dices” sin que medie otra cosa que el haber encontrado un enemigo común que consideran que debe ser destruido. No importa que tanta razón tenga el “enemigo” y que tanto pueda ayudar a la causa por la dicen luchar, debe ser destruido y eliminado. Recuerdo un episodio de hace ya algunos años, son tantos los que llevamos en esta pesadilla que a veces el tiempo se hace difuso, pero fue por los tiempos del firmazo. En ese entonces yo estaba en un foro, ya ni recuerdo el nombre, eran los tiempos del firmazo, cuando por razones que no vienen al caso se desaparecieron, por mano de la oposición, una cantidad de firmas, porque sí, la misma oposición escondió firmas, ¿la razón? Política, en la oposición, específicamente en la Coordinadora Democrática, existían dos grupos en pugna, a uno le convenía la vía electoral, al otro una reedición del 11-A. Fuera quien fuera que tuviera la razón, yo pensaba que la voluntad de la gente, era la voluntad de la gente, y que en un verdadera democracia no podía nadie adjudicarse el derecho a decidir por otros, así que otro forista, Remart era su nick, y yo nos dedicamos a denunciarlo Hay que decir que tanto él como yo tenemos similar nivel de simpatía. Apareció otra persona, este un forista que coincidencialmente era para aquellas fechas uno de los asesores jurídicos de la CD. Y nos reconoció sin prurito alguno que sí, que se habían escondido firmas, pero que esto se había hecho con el noble propósito de proteger al pueblo para evitar una masacre. Yo me molesté mucho, por lo que ya dije, en una verdadera democracia nadie tiene el derecho decidir por otros en contra de su voluntad, ni siquiera por su propio bien. En fin, que se armó de la Cristo es Dios, todos apoyaron a aquel forista, para mi asombro sin reparar en lo más mínimo en la gravedad de sus palabras fue apoyado incondicionalmente por una parte del foro. Al final, Remart y yo terminamos por salir de allí, aquel forista se quedó, y con el tiempo el foro murió. No volví a recordar aquello hasta el escandalo aquel del “Maletinazo” donde me encontré a aquel forista tan respetado que encabezó la jauría de hienas, como implicado en el hecho de corrupción. Resultó ser que aquel personaje tan defendido, era de oposición, sí, pero no tenía pruritos en actuar en forma conveniente para el tirano si con esto resolvía su cuarto de hora. Y quienes le apoyaron no hicieron más que, por rebote, apoyar al gobierno que los tiraniza. ¿Por qué? Pues porque nosotros no éramos simpáticos, porque, según sus propias palabras “teníamos razón pero usábamos una forma fea para decir las cosas”. A lo largo de mi vida como testigo de la política de este país, he visto esto repetidamente, no solo en el terreno virtual, sino en el real. Donde a opositores leales y valiosos se les ataca con furia casi asesina, entrando en connivencia con lo que dicen que es el enemigo, solo por darse el gusto de destruir a personas que “les caen mal”, con la excusa vacua e infantil de “es que no lo soporto”. Así, con este método tan curioso, he visto a la oposición, aliarse en casos puntuales con el chavismo, para destruir personas que son o pudieran ser valiosas, políticos, periodistas, estudiantes y hasta artistas. Gente de oposición, que es atacada por gente de oposición con la colaboración inestimable del chavismo, desapareciendo fichas que podían ser valiosas porque “es que no lo soporto”. Claro que esto no es exclusivo de Venezuela, recuerdo en España a una chica del PP, que siendo del PP iba a votar por ZP, cuando le pregunté porque hacía tal locura, si era que le parecía que Aznar había hecho un mal gobierno, su respuesta fue: “que va, Aznar es el mejor gobierno que hemos tenido en España, pero es un pesado, y hay que darle una lección”. Seis años después, con más de 4 millones de desempleados, un endeudamiento histórico, la delincuencia en aumento y muchas más lindezas de desgoberno, me pregunto ¿habrá Aznar aprendido su lección? Ante todo esto, hay una mayoría que calla, que no está de acuerdo, que lo ve mal, que se siente asqueada, pero calla. Con lo que tenemos un panorama desolador, unas pocas personas que quieren hacer y que son atacadas hasta la anulación, una jauría de hienas que atacan, que son pocas pero que dada su reiteración parecen muchos, y un mayoría silenciosa que con su silencio convalida la injusticia. Al final, gente valiosa termina por cansarse, y sencillamente se van. No pocas veces leo en este foro frases como “tenía tiempo que no intervenía, me he retirado de Noticiero Digital porque esto no merece la pena”, y ojalá solo lo leyera en el foro, pero es que también lo escucho, de gente que simplemente se ha cansado, se ha ido del país, porque se han hastiado de ver a la misma oposición destruirse a sí misma, y salen por Maiquetía con la misma frase “me voy, porque esto ya no merece la pena”. Curioso que los termine echando no el régimen, sino sus propios compañeros de lucha. El tirano cuenta con eso para mantenerse en el poder y no se le puede quitar a la oposición su espíritu colaborador al respecto. Siempre habremos quienes nos resistimos a abandonar, más por vicio o terquedad que por pensar que podemos lograr algo, pero somos cada vez menos, aún recuerdo a Remart, nunca pensé que él tiraría la toalla, sin embargo, lo hizo, ya no viene más por estos lados virtuales, aparece cada tanto, como aparecen los que se fueron del país y vienen de vacaciones, pero ¿se les puede culpar acaso de hastiarse? Y es así, como entre insólitas alianzas entre goberneros y oposición, en ataques dirigidos a gente de la misma oposición, bajo los aplausos y risas de un grupo de hienas, con el silencio de una mayoria, se muere un foro, se muere un país.