Hoy Fidel renuncia, se ve cada vez más cerca un “período de transición”, y mucha gente piensa que todos los cubanos brincan en una pata, es falso. Hace años, en España, hace 32 años agonizaba un dictador tras 39 años de dictadura, se podría pensar que los españoles estaban en su mayoría gozosos, pero no fue así. Lo ciertos es que había un pequeño sector de la población muy feliz, porque al fin se desharían del dictador que tantas penas había causado, otro pequeño sector lloraba desconsoladamente por la próxima muerte de El Caudillo, aquel hombre que ellos pensaban había por fin traído la anhelada paz. Pero la mayoría de la población estaba muy lejos de alegrarse o entristecerse, ellos sentían simple y llanamente, ¡miedo! Las pregunta era siempre la misma, después de casi 40 años de ser controlados por un hombre, fuera bueno o fuera malo, se preguntaban “y ahora… ¿qué?” Durante 40 años un hombre había regido sus destinos, ¿y ahora?, ¿que pasaría?, ¿El Rey seguiría la línea del franquismo?, ¿sería capaz de controla el país?, ¿volverían los comunistas?, ¿se viviría otra guerra? Nadie lo sabía en aquel 1975, nadie lo sabe hoy en Cuba. Aquellos hombres que en 1959 tenían mi edad, 36 años, hoy ya no existen, la mayoría de la población cubana no ha conocido otra cosa que a Fidel Castro y su régimen, ese hombre imponente que llenó todos los espacios, todos los rincones, y que tan grande se volvió que se podía prescindir de su apellido, no hace falta hablar de Castro, basta con decir Fidel, hay cientos de miles de Fidel en el mundo, pero cuando se dice “Fidel”, todos sabemos de quien se habla, dentro y fuera de Cuba. En Cuba Fidel es todo, Fidel se nombra a diario, todos están pendientes de las palabras de Fidel, no importa si lo aman o lo odian, es importante saber que va a decir Fidel, el sol sale y se mete y lleva el nombre de Fidel, si Falta comida, es culpa de Fidel, si hay comida es gracias a Fidel, los jóvenes no tienen casas, por culpa de Fidel, los jóvenes estudian gracias a Fidel. En la casa de su enemigo perenne han pasado varios presidentes, en Cuba, siempre ha sido Fidel… Fidel, Fidel, Fidel y hoy, parece cada vez más cercano el día en que Fidel no estará, Fidel se apaga, Fidel se va, pasó lo impensable… ¡Fidel no es eterno! Y cuando Fidel se vaya de un todo… ¿y ahora qué?, ¿los que quedan serán capaces de mantener el castrismo?, ¿nos invadirán los gringos?, ¿tendremos una dictadura de derecha?, ¿será una democracia?, ¿y como es la democracia?, no sabemos que es democracia, nunca hemos conocido una democracia, ¿como se vive en democracia? Yo lo entiendo particularmente porque tengo un perro, y tiene algo que yo llamo “el síndrome de Lucky”, mi perro vive pendiente de la puerta para escaparse, es un Pit Bull, grande, negro, imponente, cuando logra escaparse sale a la acera corriendo y allí se para, moviendo la cola, como diciendo ¡al fin!, ¡soy libre!, acto seguido se sienta, mira a los lados con cara perpleja “soy libre, ¡aja!, ¿y ahora qué?”, entonces me mira, me mueve la cola y entra sin necesidad de llamarlo. Pobres hermanos cubanos, cuando la libertad está tan cerca, suele ser aterradora.