Me pregunto si la gente sabe o se da cuenta de lo grave que está la situación, supongo que no, porque para la gente la economía es un asunto “complicado”, lo que no es cierto, porque si pueden llevar y entender su propia economía doméstica, la del país no es distinta, es la misma cosa. En una casa están los padres, que son los que administran el dinero y los hijos, que supongamos que trabajan para contribuir al mantenimiento de la casa. En este caso, los padres son el gobierno, los hijos somos nosotros, que trabajamos para mantenernos pero también colaboramos a mantener la casa (el país). La familia tiene unas cuentas con ahorros (reservas internacionales), que es lo que usamos para comprar cosas que no podemos hacer en casa, medicinas, comida, materiales para la industria, etc. También los hijos salimos de paseo, y pagamos con tarjetas, tarjetas que “anotan en la cuenta”, es decir, papa gobierno dice: “dale al muchacho lo que quiere, luego yo te pago”. Pero ya uno de los 3 más grandes bancos del país recibió un aviso del consorcio VISA, o paga lo que debe o le bloquean el código, ¿por qué el atraso?, porque CADIVI no ha “bajado” los recursos para que se paguen las deudas que tienen los bancos con las operadoras internacionales. Los bancos tienen dos posibilidades, o dejan que sus tarjetahabientes se queden sin servicio internacional o disponen de sus propios dólares para pagar la deuda, en pocas palabras, un corralito de facto. Hay escasez en muchos rubros alimenticios, arroz, pollo, azúcar, harina de maíz, etc., el mismo caso, el gobierno no ha bajado los recursos para estas compras, los comerciantes podrían solucionar el asunto con su dinero en divisas que tienen fuera, ¿pero quien está dispuesto a subsidiar al gobierno con sus precios regulados?, hace esto significaría traer un producto que tienen que vender por debajo de su costo, eso no lo hace nadie en su sano juicio. Con las medicinas aplica el mismo asunto, no hay divisas, ni hay dinero, ergo, las estanterías de las farmacias están vacías hasta para los medicamentos esenciales, no se consiguen o se consiguen con dificultad broncodilatadores, insulina, antihipertensivos, ansiolíticos, antidepresivos, y muchos otros fármacos que han desaparecido o están en vías de extinción. Las carencias del mercado alimenticio se suplian vía buhoneros, pues estos al no estar “amarrados” a un control de precios si podían comprar un azúcar a 2 mil y venderla a 3, pues dejaba margen de ganancia. Ojo con esto, no es que no hay alimentos, haberlos los hay, pero nadie está dispuesto a invertir para vender a pérdida, por eso los alimentos que se conseguían se conseguían en los buhoneros o salen por Colombia, porque es rentable venderlos así, vender a precio regulado solo da pérdidas. La expropiaciones han parado, ¿de pronto el gobierno se ha vuelto respetuosos con la propiedad privada?, ¡no!, han parado sencillamente porque el gobierno no tiene dinero para pagar esas expropiaciones, así de simple. La amenaza de expropiar los bancos españoles quedó en eso, amenaza, tan sencillo como que no hay con que expropiar. PDVSA, por su parte, aún con los ingresos altos, confiesa producir 100 mil barriles diarios menos de lo que maneja la OPEP, como si fuera poco, la producción, ya de por sí deficiente, sigue en picada, cada vez son menos barriles, producto de una pésima gestión gerencial y una peor gestión operativa, la mano de obra despedida en el 2002 es algo que sigue sin resolverse, y no parece que se resuelva en el corto o mediano plazo. Para solucionar el problema de PDVSA, hace falta dinero para preparar mano de obra calificada y competente, y lamentablemente dinero no hay. Como si fuera poco, PDVSA enfrenta su más grande endeudamiento desde su creación. En resumen señores y señoras, estamos quebrados, dejen de hablan bolseras sobre las secuestradas y sus peinaditos cuchis, la cosa es grave, nos enfrentamos ni más ni menos que al hambre y la enfermedad, lo más básico para el ser humano, ¿vamos a hacer algo o esperamos que nos maten de hambre y mengua?