Opinión Bloque

La maldición Gitana de Don Juan Carlos I

Aún cuando los gitanos son originales de Rumanía, lo cierto es que el el imaginario popular hablar de gitanos es hablar de España, y el Rey, Juan Carlos I, parece haber volcado sobre Hugo Chávez la proverbial y conocida “Maldición gitana”. Y es que desde que el mundo se estremeció (de risa) con aquel “¿Por qué no te callas?, las cosas parecen ir de mal el peor para el hasta ahora suertudo presidente. La derrota del referendo constitucional (ilegal por cierto) del 2 de Diciembre fue el primer tropezón y de graves consecuencias, pues a raíz de esto no son pocos los seguidores que le han dejado varado, la frase recurrente es: “¿Yo chavista?, ¡no vale!, yo nunca fui chavista, yo lo decía por fastidiar a la gente”. Las implicaciones han sembrado incluso un sisma dentro de la cúpula del poder, acusaciones intrnas de corrupción, renuncias, quejas, reacomodos. Trató de recuperar la dignidad acusando el triunfo opositor como una “victoria de mierda”, según sus palabras textuales, en las que solo se evidenció una gran desilusión y rabia. Sin haberse recuperado aún, cuando estaba en plena efervescencia su furia y amenazaba con cobrarle la afrenta a la población, las FARC lo traicionan haciéndole pasar el peor ridículo del que se tenga noticias en la historia de la diplomacia internacional reciente. Los millones gastados en lavarse la cara nacional e internacionalmente por la derrota del 2 de Diciembre, solo sirvieron para darle cobertura mundial a su fracaso, hundiéndolo aún más, si es que eso era posible. Don Juan Carlos I de España, parece haber revertido la tendencia, y sus palabras parecieran haber convocado una suerte de la maldición que trocó la fortuna en desventura. Romper un espejo trae 7 años de la mala suerte, ¿cuantos trae hacer perder la paciencia a Don Juan Carlos I?