I. Amarás a Dios sobre todas las cosas.
II. No tomarás el nombre de Dios en vano..
III. Santificarás el día del Señor.
IV. Honrarás a tu padre y a tu madre.
V. No matarás.
VI. No cometerás adulterio.
VII. No robarás.
VIII. No levantarás falsos testimonios ni mentirás.
IX. No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
X. No codiciarás los bienes ajenos.
Estos mandamientos se pueden resumir en solo dos,
Hace siglos, “alguien” decidió que 10 reglas eran suficientes para garantizar la convivencia humana, los más creyentes pensarán que Dios, los menos creyentes que un hombre sabio, es más, para algunos, hasta sobran reglas, por eso otro “alguien” las resumió en solo dos, e insisto, los menos creyentes hasta pensarán que sigue sobrando una, con la segunda basta y sobra, dirán.
Pero el ser humano ha evolucionado, la sociedad poco a poco ha tomado el papel de Dios, no solo aumentando las reglas a seguir, sino peor, conculcándole el derecho divino más elevado del hombre, el libre albedrío.
Ya los fumadores hemos pasado por la picota, hay un nuevo mandamiento, “no fumarás”, vamos, porque hay personas a las que les molesta, y los contaminamos con nuestro humo, lo que sería loable, sino fuera porque los que somos población urbana, que es donde más hincapié se ha puesto a la medida, vivimos sepultados en una cantidad increíble de metros cúbicos de mierda “respirable”, así te encuentras, en plena Avenida Baralt, en el centro de la contaminada Caracas, en la terraza de un restaurancito, donde un gran letrero de “prohibido fumar”, te mantendrá libre del molesto humo del cigarrillo de tu vecino, mientras te despachas a gusto todo el monóxido de carbono que desees de los autobuses que te pasan a pocos metros.
Claro, que tú dirás, yo no soy fumador, así que no me va ni me viene, ¡pues te equivocas!, ¿te gustan las papas fritas?, ¡ol-vi-da-lo!, la alcaldía de Nueva York trabaja en una ley para prohibir las grasas polisaturadas en sus comidas, hay que entenderlo, eso te hace daño, y la sociedad actual ha decidido que eres lo suficientemente imbécil como para no tener el poder de decidir si las comes o no.
Y la lista seguirá, ya no te dirán solo que no puedes fumar, te dirán que comer, que beber, cuando beberlo, con quien, cuando y donde tendrás sexo, en este mundo de hoy todo está reglamentado, incluso tus decisiones, no te preocupes, ya no hay que decidir, ahora todo es fácil, si tienes dudas compra un libro de auto ayuda, los hay de todos los colores y sabores, desde los que te dice como buscar un queso que han cambiado de sitio, hasta los que te dan el secreto mágico de cómo mandar a la gente al carajo, que yo creía que era tan simple como decir: “vete al carajo”, pero no, su secreto ha de tener, porque tiene que tenerlo para ameritar escribir un libro sobre ello.
Sé que suena complejo, son muchas nuevas reglas, pero en realidad, como los mandamientos, todo se reduce a una, acata el nuevo mandamiento y serás feliz, NO PENSARÁS.